Transmisión
de voz
Históricamente, la transmisión de voz ha estado dominada por las compañías
telefónicas, que usaban redes de conmutación de circuitos. En una red de
conmutación de circuitos los recursos de conmutación y transmisión están
dedicados durante la totalidad de la conexión, garantizando así una buena
calidad de la voz. En cuanto la carga es mayor que la capacidad de la red, las
llamadas nuevas se bloquean.
Hasta hace poco, las redes digitales usaban también
conmutación de circuitos, pero recientemente se ha emigrado al uso de redes de
conmutación de paquetes, como ATM, IP o Frame Relay. Es entonces cuando entran
en juego los módems, que convierten los datos digitales a analógicos, en el
formato adecuado para viajar por la red telefónica, realizándose el proceso
inverso en el otro extremo.
Las redes de conmutación de paquetes utilizan un ancho de
banda mayor que las de conmutación de circuitos, debido a que todos los
usuarios comparten los recursos, con lo cual no dependemos directamente del
resto de usuarios para poder transmitir. Sin embargo, en cuanto a la conexión
de extremo a extremo, está menos controlada porque entran en juego una serie de
variaciones estadísticas, a partir de las cuales surgen las técnicas de reacción
ante perdidas de paquetes y mecanismos de temporización y retransmisión.
El mecanismo de encaminamiento se basa en el algoritmo de best-effort,
consistente en que los paquetes se envían por trayectorias diferentes y llegarán
a su destino aquellos que lo consigan solamente, pudiéndose perder en el camino
o llegar desordenados, lo cual tiene que ser capaz de resolver el receptor de
alguna manera.
Si hablamos de ATM, que concretamente es el protocolo que
utiliza COM’21 para su solución de telefonía sobre una red de CATV, tiene
una serie de ventajas características principales, de entre las cuales destaca
su pequeño tamaño de celda, lo que le permite ofrecer y soportar diferentes
calidades de servicio, entre la cual se sitúa la conexión telefónica,
protagonista de este apartado.
Respecto a IP, hay que decir que la versión 6 ya incluye alguna de estas
características de QoS, pero no es más que una adaptación para el tan
extendido IP mundial. Debido a esto mismo, la VoIP o voz sobre IP se está
extendiendo por todo el mundo, incluso hay un estándar emitido por la ITU, el
H.323, en el cual se nos propone cuál debe ser el algoritmo y los medios a
seguir para integrar una comunicación de voz, cuestión clásica en conmutación
de circuitos, sobre una red de conmutación de paquetes con todas sus ventajas e
inconvenientes.
Partiendo de una comunicación entre teléfonos, podemos
derivar en comunicaciones de voz PC-teléfono o PC-PC, para las cuales sólo es
necesario incluir gateways que permitan la conversión del flujo de datos de la
PSTN (red pública de conmutación telefónica) a Internet o viceversa. En el
caso de PC-PC la conversión no es necesaria puesto que ambos terminales hablan
el mismo idioma y la comunicación es directa una vez implementado el protocolo
que lo soporte.
Con esta visión podemos concluir que resulta intuitivamente
sencillo realizar una integración de voz y datos mediante gateways, para la
conversión, y switches, para la multiplexación de los diferentes canales, como
se muestra en la figura de la solución general de voz y datos del principio del
trabajo.
Los equipos de COM’21 y su sistema de acceso comunitario soporta tanto voz
sobre IP o VoIP, como voz sobre ATM o VoATM. Además los módems de cable
disponen de la posibilidad de incluir módulos de ampliación que permitan
aumentar y personalizar las prestaciones mediante las VLANs, con lo que fácilmente
surge la idea de redes telefónicas de voz privadas, al igual que las pudiera
haber de datos (ver sección 9).